[...]

"Simplificando tantas y tantas palabras,
recordando que nunca son previstas y que siempre son honestas, aquí estoy,
derramando las palabras como sangre de mi boca,,, como antes... como siempre,,,
como YO".


21/11/11

Carta a Muñoz...



Sé que es muy presuntuoso de mi parte escribirte de esta manera, o tal vez es mi clara obsesión
Había entendido tu manera de decirme las cosas, cierta situación me hizo entender que yo provo-
con Cortázar, sí, es eso… Decidí escribirte por una sencilla razón; me es inevitable pensar en cómo
caba la manera en que quería leer tus letras… comencé a hacer un juego de “seducción” un juego
te va y querer saber que estás bien, y me arriesgo de nuevo a que me llames enferma, sé que no
que me ganó e involucré el corazón… así pasaban mis días pensando en lo nuevo que me dirías,
tengo manera de decirte que no lo soy, supongo también, que  no puedo dejar de pensar en
pensaba en lo tibio de tus manos, en lo suave de tu lengua, en lo firme de tu sexo, pensa-
escribirte por la seguridad y afinidad que me provocó hacerlo, supongo que es parte la cercanía
ba constantemente en conocernos en la cama… Y es que no es sorpresa que me excitan tus pala-
que llegué a sentir y/o imaginar. Resulta que a veces la vida te da lecciones duras, claras y no tan
bras, que me llenan de ganas… En alguna carta escribí que quería ahogarme contigo en un gemido
claras, hoy mientras volvía de la casa de mi madre, leí el capítulo 34 de Rayuela, iba de pie en el
que quería una y otra vez aquel sonido del final encendido en donde sólo tú podrías hacerme ter-
bus, y creo que capté un poco de lo que en verdad yo debía entender cuando lo leí por primera
minar… Jamás me atreví a escribirte sucio, y hoy comienzo con esta carta que seguro leerás sin
vez, la facilidad de confundirme inundaba paginas y paginas y tal vez estaba un poco extasiada a
interés. Paso noches solitarias en donde respiraciones aceleradas me recuerdan a ti, paso veladas
causa de un leve recuerdo que me ligo a ti… llegó a mí la necesidad de ser entendida y entender,
extrañas en donde mis manos me provocan que grite como si estuvieras en mi, paso madrugadas
de cierta manera yo he provocado cada una de las situaciones que me mantienen en una
acompañada, en donde ellos dentro de mi me hacen desearte a ti… paso días acompañada de
estabilidad resquebrajada, sin embargo sé que al final te encuentras a las personas que debías
café y notas para ti, paso mi vida enfadada por haberte conocido así.
encontrar… Es muy común en mí, que después de ciertas palabras pierda el sentido de lo que
A veces pienso y siento que aquel dulce y tibio semen sale de tu sexo, que aquel sudor salado
hago, y tal vez el valor… o mejor dicho el valor que le vaya  a dar la persona a quien va dirigido
es de tu espalda, que aquellas miradas son las yo añoraba a pesar de la distancia… a veces pienso
esto…  No voy a mentirte, pero siento una leve decepción de todo esto, pensé que sería distinto,
que eres tú el que muerde mi espalda, que eres tú el que colorea mis tatuajes con la lengua y me
que reaccionarias peor, por eso es que me costó tanto trabajo decírtelo, y ahora, ahora pienso en
enciende de una manera descontrolada, a veces quiero que seas tú el que llegue por la madrugada,
eso, y quisiera saber qué más piensas, (a parte de mi falsedad y mi juegos de mentiras hacía los
que llegues con tus libros, con tus notas, con aquellas notas que hicieron que te deseará a todas
demás) … sé que te has dado cuenta que no he logrado hilar decentemente alguna idea, y espero
horas en mi cama. Y a veces sólo quiero que llegues con tu tesis, con tus ideas, con tu locuras,
firmemente que no te moleste el que me haya atrevido a irrumpir de nuevo en tu vida diaria y
como tu las llamabas, a veces quiero eso, cocinarte, recibirte y sentarme a escuchar lo de la
despreocupada por lo que yo pueda hacer y pensar… y no tengo justificación ni me interesa
vida cotidiana… No es raro que te quiera para todo eso, no es extraño que me encante tu ser
encontrar alguna…  Sólo quiero que sepas que eras de las pocas personas que me ha agradado y
y lo que pudimos ser, no es “malo” que te quiera como sólo mío y de mis palabras, ¿no es nada
emocionado saber que me leerán y que miles de errores encontrarán…
complicado que por fin entiendas lo mucho que me haces falta?

Me atrevo y me atreveré ¿por qué? Porque tengo la certeza que me dirás enferma, alegórica, platónica, y no podré negarlo, pero aún así te extraño…




7/10/11

...del amor

La vida siempre me pide coherencia, yo nunca se la doy,
¿por qué habría de darle coherencia a este "nuestro" amor? 
¿por qué debería de ser como todos? 
¿por qué quieres que sea normal? 
¿por qué quieres lo de siempre? 
tú tan en contra de todo, tan libertario, tan diferente, tan de izquierda, tan de lucha, tan de verdad, tan incorrecto, tan intelectual, tan conocedor, tan visionario, tan trabajador, tan "siempre pienso lo que quiero" "tan hagas lo que hagas" tan tú, tan tú!... Y yo, tan "me vale madre", tan grosera, tan verde, tan sexual, tan lectora de rincones, tan visual, tan " toco lo que quiero" tan incorrecta, tan vulnerable, tan sentimental, tan enamorada, tan jodidamente enamorada, tan yo, tan yo! y hoy me lleva la chingada...


14/7/11

...poco a poco lo vas a ir pagando.

¿Qué va?... Las situaciones encarnadas de sexo y alcohol son lo mío. Era lo que siempre pensaba un domingo o sábado a las 14:00 hrs.  cuando despertaba… Todo pudo seguir así, sin embargo a algún hijo de puta se le ocurrió aparecerse en mi vida sin previo aviso.

Sabía que él podía trascender, importar, significar, alentar o algo…  ¿se dan cuenta de la sonrisa estúpida que ponen cuando ese “alguien” se te acerca? pues mis latidos se aceleraban cada vez que él se acercaba y me ofrecía algún cigarrillo o un trago, ya que mi vaso comenzaba a vaciarse.

Me llevó una cerveza; “XX ámbar, he notado que bebes esa” dijo, sólo sonreí amablemente y al mismo tiempo desesperadamente, -Me han dicho que escribes, y que lo haces no tan mal- salió de su boca, -Bueno, qué digo; sí algún día me lees sabrás por qué piensan que no es tan malo- en mi mente dije ¿a quién no le gusta leer sobre puterias y sexo con amantes que nadie puede reconocer?” y seguí bebiendo. Aquella noche acabé en su departamento, era un buen lugar para follar y comer, y había sido una buena madrugada inundada de sexo y hierba que fumamos.

¿En qué momento nos dimos cuenta que el martes estaba por terminarse? No lo sé, eran las 21:00 hrs y un leve ataque de ansiedad me cubrió todo el cuerpo, tuve que entrar a la regadera y tratar de calmar aquella voz que en mi mente  comenzaba a desesperar por estar en el mismo lugar por 4 días enteros… y salí corriendo.

Mi vida no era ejemplar, la universidad: terminada, el trabajo: abandonado, la tesis: abandonada, la única relación sana: abandonada… no hacía otra cosa más que beber y escribir; claro a todos les sorprendía que una mujer de 23 años tuviera esa manera de beber y sobre todo se sorprendían que de su casa salieran aquellos tipos con apariencia desaliñada, con el aroma de mi sexo y un whisky barato. (Siempre me ha fastidiado lo pendientes que están mis vecinos por saber con quién acabo de follar)

Él logró que me olvidara de aquellos huesos que sobresalían de esa cadera que amaba ver mientras dormía con aquel, hizo que dejará las visitas a ese departamento que jamás supe ni la calle, ni el piso en donde se encontraba, hizo que rechazará las noches con el ingeniero en el centro, los días con el economista en su escuela, las tardes con el fotógrafo en los viveros. Hizo que desapareciera a todos de mi vista, y luego, luego él se fue.

Me dejo… y con él dejo de el sabor amargo que jamás había probado, un sabor que te ahoga lentamente, que te cierra los ojos y te saca algunas lagrimas, un sabor que te escupe la espalda y te avienta por la ventana, un dolor que maldigo y disfruto, un dolor que sólo él pudo dejarme...

     [Ahora sé a qué se refería aquella señora que me detuvo
 en la calle y me dijo: Te crees muy cabroncita, 
pero recuerda que siempre llega el hijo de puta que hace
 que caigamos en un precipicio y seguro que no será el primero, 
pero tú has sido “esa” la que destruye vidas de muchos,
 y poco a poco lo vas a ir pagando…]

[Like a Whore II] 

10/2/11

Ayer también me masturbé pensando en tí...

Justo antes de dormir, cuando no pasábamos la noche juntos, recordaba cómo lo habíamos hecho horas antes o el día anterior, recordaba la forma de iniciar el jugueteo, si me había manoseado en el metro, en el taxi, en la tienda, en el bar o en la fiesta de sus primos. Recordaba cómo le gustaba acariciar mis piernas cuando decidía usar falda y medias, y cómo le gustaba tocarme el trasero cuando salíamos del vagón del metro, o cómo tocaba mis senos disimuladamente cuando andábamos por la calle. Me excitaba…

Ayer fue un día caluroso, pensaba en la forma de saciar el deseo de estar con alguien más, saqué aquel cuaderno con nombres y teléfonos, ninguno me apeteció y salí a caminar, tal vez así podría: 1) encontrar a alguien bueno con quien follar 2) dejar de pensar en follar 3) llegar a tu lugar 4)…

Saqué un cigarrillo y sonaba en mi mente aquella canción… aquella canción con la que solía despertarme a las 8:30 am en su cama, entre semana. Sabía que era un día lleno de nostalgia, de palabras secas y amargas, de sensaciones perdidas y miradas entonadas, sabía que él no regresaría y yo jamás volvería a dormir en su cama.

Recordé palabras que mi tía me había dicho días antes: “Nena, no te preocupes, eres muy inteligente, eres una chica con suerte” en ese momento yo pensé: ¿una chica con suerte? ¡qué va! Soy una hija de la chingada… sólo sonreí.


Conté 4 cigarrillos y regresé a casa, estaba cansada y sólo quería un buen descanso, una cerveza y el lápiz que escribe sobre su cara.

Mi cama, mis sábanas y mi almohada, comencé a tocarme imaginando que él estaba a mi lado, me tocaba como él solía hacerlo, agarre buen ritmo y me empeñé en su cara, me empeñé en aquellos huesos que sobresalían de su cadera, en la cicatriz de su espalda, en sus gemidos cuando me penetraba…

Hoy me desperté extrañando aquella mirada, queriendo su olor y sus manos sobre mis nalgas, y escribí en una pequeña hoja de papel:

Ayer también me masturbé pensando en ti.



[Esas notas le llegarán a su casa]