DIFICULTAD

Fui su puta a domicilio…
Bastó una llamada; implicando en ella cierta alucinación desesperada, y la sensación de cierto abalanzamiento sobre mi cuerpo de aquella puta que ronda en mi mente, en cuerpo y espacio.

Taxi, $15.00, 5 minutos…
Toma sólo 5 minutos llegar a una desesperación decadente, por sólo sentir un calor no deseado, pero con el que me he conformado.
¿Sonido rechinante o un mensaje de 85 centavos?, desconozco el numero de apartamento,
ha sido inevitable, no quiero saber, no necesito saber;
intrínsecamente no basta un número que pueda llegar a ser desgraciado y al mismo tiempo placentero.

Elevador… [Suspiro], son 20 segundos de dudas y de sentimientos desperdiciados, donde se presenta la incomodidad de la última vez, la incomodidad del silencio y de la sensación de responder con una vaga broma o una vaga mentira, debía seguir así: un amante perdido.

Se abrió la puerta… aquel sillón sigue ahí, como esperando, abandonado, como siempre. Algunos meses encontrando lo mismo, algunos meses montando este encuentro con el amante anónimo, anónimo por mi afán de ocultarlo, por el afán de envidia y temor por compartir el placer provocado; eso pensaba antes de la última vez… [Incomodidad]

Con una incoherencia sentimental me encontraba de Nuevo ensimismada con una partícula menor de apetito sexual.

Yo sabia lo que pasaría, pero sentía la necesidad de un estimulo envuelto en una fumarola de discreciones ausentes de formas sin explicar.
¿Fumamos? Llegué al grano…

[Una experiencia en la pared de desigualdad,
blanco,
negro,
de cambios,
Una forma cultural,
la vida que cayó en decadencia]

En medio de su perversión trate de engañarme, quería besarlo; más no pude hacerlo, deseaba acabar; más ni siquiera pude comenzar.

Imagine la cara de él “dificultad”, quería disfrutar el miembro, la zona de riesgo; riesgo por la manera y la razón por la cual este amante sigue estando en el anonimato.

¿Daño?, ¡NO! No a él, sino a mi mente pensando en “dificultad”… No pienso hacer hincapié en la experiencia, si alguien tiene la idea de cuándo debes decir adiós a un amante… [[Meses antes]]
El efecto y la fumarola desaparecieron, “dificultad” se desvaneció y se oculto en la pared…

Salí corriendo, $15.00, 5 minutos, escaleras, fatiga… Y ahí estaba aquel sillón,

mi sillón,

mi puta,

[esta vez no confundí la puta con la puta en que me convertí al correr hacía el anonimato].

…prendí mi cigarrillo y pensé: “a domicilio, esta vez fui su puta a domicilio”, y TODO acabo en un suspiro.